5 octubre / 30 noviembre 2019

Florentino Díaz en Interferencias

Florentino Díaz participa en Interferencias, en el Centro de Holografía y Artes Dados Negros, con sus obras:

Las banderas no dejan ver la casa

Serie. Gouache sobre papel. 2016

No casa
No país

De la serie No Casa-No País. Cajas de fruta y pintura sobre bastidor de contrachapado. 2018

‘La casa’, ese lugar donde nacemos y morimos, donde amamos y sufrimos, donde descansamos y somos felices, donde nos protegemos y donde en fin pasamos gran parte de nuestra vida. Ese lugar que todos soñamos con tener.

Desde comienzos de los años 90 he trabajado sobre la idea de la casa de una manera necesaria, casi como una obsesión: La casa de mis sueños, Ca-sa-có-mo-da, El monstruo de la casa, Doble falsedad, LCDF… Los sueños y anhelos, la comodidad y bienestar, lo monstruoso, la mentira, la falsedad, …todo dentro o alrededor de la casa. Hasta mi última intervención en Abierto x Obras, Europa: Pasajes de invierno representaba una gran casa-barracón en la cual podíamos asomarnos a través de unos videos y ver cómo era la casa europea de la primera mitad del siglo XX. 

Creo recordar que la primera vez que hablé de la casa fue en el año 92/93. Se trataba de una pequeña serie titulada La casa de mis sueños en la que recreaba espacios y lugares vividos a lo largo del tiempo y que de alguna manera trataba de recordar en esos trabajos.

Esta casa de mis sueños vendría a significar ese lugar que todos anhelamos y buscamos para estar, para habitar, para ser felices, para estar protegidos… una especie de ‘república de mi casa’, el slogan que no hace mucho tiempo utilizaba una firma comercial, aunque creo que sus fines eran más bien otros.

La casa viene a ser el centro alrededor del cual gira todo, lo bueno y lo malo, y no es una sola casa son todas las casas, y todas la casas somos todos, y todos somos el planeta en que vivimos, y en esta casa hay monstruos a quienes no les importa el resto de mortales.Y también hay gente buena que solo quiere que todos podamos vivir en paz, con un trabajo digno y una casa en la que vivir.

Ahora mismo a Europa están llegando miles de ciudadanos que huyen de la guerra y el terror que existe en sus países y están buscando un lugar-casa que les acoja y proteja, y las fronteras de Europa se han cerrado y no permiten el paso, en nombre de unos derechos y privilegios, enarbolando banderas nacionalistas que tapan o eclipsan la casa que un día habían soñado también podía ser la suya.

Florentino Díaz

(Cáceres, 1954). Sus obras se caracterizan, desde los años 1990, por el uso de sencillos materiales e imágenes recuperadas y que en sus manos se convierten en una crítica mordaz cargada de fina ironía.

Desde hace muchos años Florentino Díaz ha ido guardando pequeños tesoros encontrados en el Rastro de Madrid o de las ciudades que visitaba en sus viajes: objetos, libros, fotografías que a veces nos desvelan y otras se guardan los secretos de vidas e historias de otro tiempo. El artista es además un referente cuyo trabajo ha girado siempre en torno al concepto de lo doméstico, de la casa, concebida como un espacio cada vez más difícil de habitar.

Sus instalaciones se han expuesto en centros nacionales e internacionales, como el CAB de Burgos, MEIAC de Badajoz, Abierto x Obras, Matadero Madrid, Museo Barjola de Gijón, Casal Solleriç Espai 4 de Mallorca, Museo de Cáceres, Salón de los 16, Kunstamt Kreuzberg-Bethanien de Berlín, y en ferias como ARCO, Art Cologne, MACO-México, Liste The Young Art Fair de Basel, Art Chicago, Busan Bienal de Corea.

Su trabajo forma parte de colecciones privadas, museos e instituciones como MEIAC, CGAC de A Coruña, Colección La Caixa, Fundación Coca-Cola España, Museo Provincial de Álava, Colección Banco de España, Museo de Cáceres, Ayuntamiento de Madrid, Colección Unión Fenosa, Ayuntamiento de Pamplona y Colección de Fotografía del Ayuntamiento de Alcobendas, entre otras.

Artistas participantes en Interferencias